Una joven enfermera con un pasado de violencia familiar, empieza a trabajar en el turno nocturno de un pequeño hospital. Durante la noche se materializa una enfermera fantasma, que vigila y castiga a quienes no siguen sus reglas.

Una fotógrafa es obligada a espiar la infidelidad de un candidato político, convirtiéndose en la única testigo de un delito del que se le acusa falsamente.

Al único policía honesto en la ciudad le asignan un compañero perezoso y corrupto para derribar a un círculo de crímenes.

Después de ausentarse diez años, "El Chato" regresa a San Ignacio, su ciudad natal, para recuperar un cargamento de cocaína que un piloto del cartel arrojó allí.